El microbús se vino encima. Lo vi claramente cuando subió a la acera, intentando esquivar a una persona que cruzó con luz roja.
¡Hay que ser muy temerario para cruzar con rojo la Alameda! El insensato era gordo, de bigotito a lo Hitler… ¡si parece que lo estuviera viendo!
El vehículo, arrasó con una parada y un kiosco de diarios y me arrastró varios metros. Fallecí “en el sitio del suceso”...
Nieves Gonzalez - 2010
Cronometro literario
Hace 14 años
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